ATARDECER CASANAREÑO

Cuando de convivir con la naturaleza se quiere no podemos dudarlo un segundo, porque a 95 Km de Yopal la capital del Casanare, en el corazón de la orinoquía Colombiana se encuentra el municipio de Trinidad; tierras planas que permiten divisar en la linea imaginaria del horizonte los bellos atardeceres del llano, y para complementar el paisaje las aguas del rio pauto bañan y alimentan sus llanuras dedicadas a la agricultura y la ganaderia.

El rio pauto principal afluente hidrografico del municipio, sus primeras venas se alimentan de las laderas de la coordillera oriental, es navegable desde San luis de Palenque hasta su desembocadura en el rio meta, permitiendo ser utilizado como via de transporte fluvial, además se presta para la práctica de deportes naúticos y en epocá de verano sus lindas playas albergan la alegria de sus habitantes. Las riveras de este rio son testigo de las historias de amor que se han cultivado entre los habitantes de un lado del rio con el otro; dicen que el amor es mas puro porque es limpiado por las imponentes aguas del rio. La belleza de la mujer llanera es como la estampida de un "potra cerrera" que aleja cualquier domador "sin pantalones", pero al mismo tiempo es como la ternura de una blanca garza, que con su paz y delicadeza enamora hasta el vaquero mas duro de corazón.

Las costumbres del "trabajo de llano" se practican a diario en la inmensidad de llanura, en Trinidad tenemos grandes hatos dedicados a la ganadería. El olor al sudor del caballo mezclado con la del vaquero son la prueba de las grandes faenas que se viven a diario.

El mágico despertar lo inicia el canto de los gallos, señal de la pronta salida de los rayos del sol; el bramar del ganado acompañado del grito de un "criollo casanareño" que junto con la naturaleza agradece a Dios todopoderoso por el nuevo día.

Ya han pasado varias generaciones que han visto de muy cerca la evolución de éste próspero municipio casanareño, es muy gratificante sentarse al lado de un viejo triniteño a escuchar las historias y experiencias de toda su vida, de aquellas épocas que se recuerdan con nostalgia cuando eran reunidos los mejores vaqueros de la región para llevar vaquerias de tres mil y cinco mil reces sin importar las inclemencias del tiempo durante su travesia.

La valentía del llanero triniteño es de gran trascendencia en la historia, fué demostrada desde la época de la independencia, cuando el Coronel Ramón Nonato Pérez oriundo de esta población y segundo fundador como pueblo de blancos, se convirtió en uno de los mejores hombres del libertador Simón Bolivar organizando y dirigiendo los lanceros en los llanos del Casanare, fué el mejor lancero y los españoles le temian a la punta de su lanza.